Meditar es ir hacia el centro (II)

16 junio, 2010

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En la práctica de la meditación soltar es imprescindible, fundamental. Soltarlo todo, desprenderse de todo, morir una y otra vez en el cojín. Dejar de aferrar, relajarse y crear espacio, sin esfuerzo. En una actitud alerta y a la vez relajada, soltando pero manteniéndose firme y despierto se conecta con el vacío, con el centro o tesoro interior, accediendo a la intimidad con uno mismo. Sin detenerse en nada, sin estancarse, únicamente sentarse y dejar pasar. Sigue leyendo

Los centros de energía del cuerpo

31 mayo, 2010

Versión B

© Aina Climent belart

 

Wilhelm Reich, padre de la bioenergética y precursor de la terapia corporal, y posteriormente su discípulo A. Lowen analizaron el carácter de las personas desde un punto de vista somático describiendo la interrelación entre la mente y el cuerpo; en otras palabras, investigaron la manera como la experiencia vital se reflejaba en la estructura corporal. Llegaron a la conclusión de que en el cuerpo se refleja nuestra forma de ser y sentir, nuestra vida emocional. Sigue leyendo

Meditar es ir hacia el centro (I)

11 mayo, 2010

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Todas las religiones apuntan a la experiencia de una realidad inefable, absoluta, la Unidad, la gran alma, el Ser, para muchos, Dios. Sabemos que el término religión viene de religare, que significa «unir» (o «reunir») y que todos participamos de la unidad del Ser divino a través de nuestro Ser esencial. Puede decirse que somos conciencia encarnada, una conciencia que respira por medio del aliento divino. El sentido trascendente del ser humano es percibir aquello se encuentra más allá del espacio y el tiempo, lo eterno de la existencia. Sigue leyendo

Un viaje hacia el corazón

25 febrero 2010

 

© Aina Climent Belart                                                                    © Aina Climent Belart

Por lo general, una persona solicita hacer terapia porque su malestar empieza a ser tan acentuado que se ve obligada a pedir ayuda, a buscar a un terapeuta que pueda proporcionarle algo de alivio para sus síntomas y luz en su camino. A veces, incluso mucho después de haber soportado durante un largo período de tiempo esa negrura o sufrimiento existencial. Taquicardias, miedos, ansiedad, opresión en el pecho o un estado depresivo son síntomas que reclaman atención, que se dejan sentir de manera que a la persona cada vez le resulta más difícil vivir haciendo caso omiso de ellos, sin escuchar lo que siente su alma. Sigue leyendo