13 octubre, 2011
Una gran parte de nuestras dificultades se manifiesta en las relaciones, al oponernos o rechazar algunos aspectos del otro que no aceptamos en nosotros. Aquello que no conseguimos amar nos genera conflicto y sufrimiento. Todo rechazo es una falta de amor. La cura es amar, apreciar y respetar lo que rechazamos; abrazarlo y darle un lugar en nuestro corazón. Sigue leyendo