Hazte el amor a ti misma

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Gustav Klimt

Hay algo de instintivo y a la vez sublime en la capacidad de abandonarse al fluir de la energía sexual sin inhibiciones, en la descarga de la excitación sexual contenida mediante las contracciones y expansiones placenteras e involuntarias del útero y del resto del cuerpo. Se trata abandonar todo control y dejarse ir, sentir que el placer te transporta a otra galaxia, te saca de la realidad ordinaria y te lleva a un escenario en el que eres una estrella flotando en el Universo. Hacerte el amor a ti misma, enamorarte de ti y disfrutar de esa íntima conexión genera una poderosa y transformadora alquimia sexual. La alquimia de la sagrada unión de lo masculino y femenino interior. Sigue leyendo

Útero: el cáliz sagrado

Ryan McGinley

Ryan McGinley

 

Hoy en día a menudo hablamos de las heridas emocionales y de la conexión con el corazón, sin embargo desde hace tiempo crece el número de mujeres que estamos poniendo el foco de atención en el útero por ser la sede de la vida, el órgano de gestación del embrión, el recipiente donde se realiza la función reproductora, donde convergen el óvulo y el espermatozoide, elementos esenciales para crear vida.

Si bien es cierto que una mayoría de las personas están desconectadas de su corazón, más cierto aún es que la inmensa mayoría de las mujeres están desarraigadas de su útero, desconectadas de su matriz, de su hara o centro vital. En su biografía hay heridas sexuales, sucesos traumáticos, abortos provocados o espontáneos, acumulación de memorias ancestrales y una profunda desconexión de su potencial femenino que se encuentra contraído, excluido, bloqueado. Sigue leyendo

La revolución será feminista ♀

Trash Riot

Trash Riot

Este año las mujeres nos estamos manifestando para reivindicar la plena igualdad de derechos. Un día y otro salen a la luz actos de hombres que maltratan, vejan, agreden, violan y matan a mujeres, como se ha venido haciendo desde el principio de los tiempos. Y las mujeres hemos dicho BASTA. Basta al desequilibrio y a la desigualdad, a la brecha salarial, a no poder sentirnos libres e ir con miedo por la calle por la noche. Y ahora, con las agresiones sexuales en grupo hemos llegado a nuestro límite y decimos basta de asesinar, de agredir, de someter; basta de violaciones, humillaciones y malos tratos. Las mujeres somos la mitad de la población mundial y estamos muy hartas del machismo y del patriarcado. Sigue leyendo