Querido Hombre: yo te he herido

Aimee Stewart

Aimee Stewart

 

Querido Hombre: yo te he herido.

Te he menospreciado, manipulado, enjuiciado, culpado, provocado, poseído y lastimado. Te he celado, chantajeado y traicionado. Te he violentado, conquistado, sometido y controlado en mis interacciones contigo desde mi inconsciencia e ignorancia.

Te he proyectado mis frustraciones y mi sombra, todo aquello que no veía ni aceptaba de mí misma. Te he proyectado mis miedos, expectativas, exigencias y demandas. Me he hecho la tonta, me he colgado y he hablado mal de ti. Te he sido fiel, te he sido infiel, y me he obsesionado contigo en la búsqueda de tu mirada. Sigue leyendo

Las relaciones del alma

© Aina Climent Belart

© Aina Climent Belart

 14 marzo, 2011

 

Anhelamos una conexión de Ser a Ser, de alma a alma, y la mejor manera de prepararnos para un verdadero encuentro es aprender a estar solos, al menos durante algunos períodos y muy especialmente cuando se acaba una relación. Estar solo es bueno para conocerse en todos los sentidos, ampliar nuestra identidad, reconocer nuestras limitaciones y capacidades, y aprender a ser autosuficientes. Uno es dueño de su vida y de sus decisiones, y responsable de su felicidad. Y sin embargo, todo lo que llegamos a hacer, a aguantar y a permitir con tal de no estar solos! Sigue leyendo

Un viaje hacia el corazón

25 febrero 2010

 

© Aina Climent Belart                                                                    © Aina Climent Belart

Por lo general, una persona solicita hacer terapia porque su malestar empieza a ser tan acentuado que se ve obligada a pedir ayuda, a buscar a un terapeuta que pueda proporcionarle algo de alivio para sus síntomas y luz en su camino. A veces, incluso mucho después de haber soportado durante un largo período de tiempo esa negrura o sufrimiento existencial. Taquicardias, miedos, ansiedad, opresión en el pecho o un estado depresivo son síntomas que reclaman atención, que se dejan sentir de manera que a la persona cada vez le resulta más difícil vivir haciendo caso omiso de ellos, sin escuchar lo que siente su alma. Sigue leyendo