20 abril, 2013
Es primavera. En el reino animal se repiten una y otra vez los rituales de cortejo y acoplamiento, en los seres humanos es el momento ideal para enamorarse. Y así, a veces después de una larga andadura en solitario, como un regalo, nos sorprende el amor. Uno se prepara conscientemente para la llegada del amado, de la amada, y cuando llega siempre sorprende. Los caminos se habían ido cruzando sin que lo supiésemos, las almas se buscaban, sucede que alguno de los dos se fijó primero en el otro. Sigue leyendo