Hazte el amor a ti misma

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Gustav Klimt

Hay algo de instintivo y a la vez sublime en la capacidad de abandonarse al fluir de la energía sexual sin inhibiciones, en la descarga de la excitación sexual contenida mediante las contracciones y expansiones placenteras e involuntarias del útero y del resto del cuerpo. Se trata abandonar todo control y dejarse ir, sentir que el placer te transporta a otra galaxia, te saca de la realidad ordinaria y te lleva a un escenario en el que eres una estrella flotando en el Universo. Hacerte el amor a ti misma, enamorarte de ti y disfrutar de esa íntima conexión genera una poderosa y transformadora alquimia sexual. La alquimia de la sagrada unión de lo masculino y femenino interior. Sigue leyendo

Útero: el cáliz sagrado

Ryan McGinley

Ryan McGinley

 

Hoy en día a menudo hablamos de las heridas emocionales y de la conexión con el corazón, sin embargo desde hace tiempo crece el número de mujeres que estamos poniendo el foco de atención en el útero por ser la sede de la vida, el órgano de gestación del embrión, el recipiente donde se realiza la función reproductora, donde convergen el óvulo y el espermatozoide, elementos esenciales para crear vida.

Si bien es cierto que una mayoría de las personas están desconectadas de su corazón, más cierto aún es que la inmensa mayoría de las mujeres están desarraigadas de su útero, desconectadas de su matriz, de su hara o centro vital. En su biografía hay heridas sexuales, sucesos traumáticos, abortos provocados o espontáneos, acumulación de memorias ancestrales y una profunda desconexión de su potencial femenino que se encuentra contraído, excluido, bloqueado. Sigue leyendo

Las heridas sexuales

22 sept 2014

© Aina Climent Belart

© Aina Climent Belart

Llegó con tres heridas: la del amor, la de la muerte, la de la vida.
Con tres heridas viene: la de la vida, la del amor, la de la muerte
Con tres heridas yo: la de la vida, la de la muerte, la del amor.
  Miguel Hernández

Sé que el contenido de esta entrada puede suscitar polémica, y también sé que tiene sentido y voy a atreverme a exponerlo. Vamos allá. Igual que en nuestro corazón anidan heridas emocionales desde los primeros años de vida que están esperando a ser sentidas y abrazadas para ser sanadas, el útero de la mujer puede contener heridas sexuales infringidas a lo largo de la trayectoria de su vida sexual.

Es más, las mujeres que deciden tener relaciones sexuales reiteradamente con hombres que no las aman, que las utilizan, abusan y/o hieren de diferentes maneras en el acto de penetrar se están exponiendo a que se acumule un dolor emocional de componente sexual en el interior de su útero. Sigue leyendo