“Cuanto más solitaria, más sola, abandonada de mis amigos y con menos recursos, más me respetaré a mí misma.” Jane Eyre, de Charlotte Brontë.
Me conmueve atender en consulta a un número elevado de personas hambrientas de amor, que buscan el amor a través de alguien que no puede proporcionarlo y se implican en pseudorelaciones en un proceso altamente desgastante que no va a ningún lado, involucrándose repetidamente en “sucedáneos” que no son más que distracciones de la tarea esencial, la tarea imprescindible para vivir bien: amarse a sí mismo. Sigue leyendo