
Ellen Auerbach
La cura para todo es siempre agua salada: el sudor, las lágrimas o el mar. Karen Blixen
Cuando la vida nos pone frente a su cara menos amable, cuando experimentamos pérdidas, muertes y duelos, y también cuando se termina una relación, es imprescindible hacer un détox emocional. Las pérdidas nos remueven hasta los cimientos, nos desestabilizan y hacen perder pie, nos suscitan emociones como dolor, miedo, frustración, rabia, culpa, resentimiento, tristeza y confusión; emociones que generan residuos que debilitan y apagan la luz de nuestro corazón. Bien pensado, la noche oscura del alma puede trascenderse a través de un détox alquímico.