
© Aina Climent Belart
Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar, pasar haciendo caminos, caminos sobre la mar. A. Machado.
El verano pasado fue para mí un tanto complicado porque murió mi madre. Al mismo tiempo, una persona muy allegada a mí se encuentra desde hace varios meses en un proceso de enfermedad terminal. Estos hechos coincidentes me llevaron a una noche oscura al confrontarme, no solo con la impermanencia, la vulnerabilidad y las pérdidas en general, sino con mi propia muerte y, como no podía ser de otra forma, también con la vida. Una vez más, tomo plena consciencia de la impermanencia de todos los fenómenos y la finitud de toda existencia. Sigue leyendo