Las seis paramitas

2 agosto, 2012

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Ante la magnitud de la crisis económica y de valores éticos no es suficiente la indignación y las manifestaciones, es preciso que los movimientos sociales vayan acompañados de una visión espiritual para una transformación profunda de la sociedad.

Verdaderamente, necesitamos una perspectiva más elevada que nos aporte luz, conciencia, serenidad y confianza. El budismo zen es una vía espiritual que nos ayuda a enraizarnos en el aquí y ahora, nos conecta con nuestra esencia y prepara para actuar desde el centro. Una posibilidad para propiciar el cambio de conciencia es la idea de convertirnos en Bodhisattvas.

Un bodhisattva es un ser que vive despierto y con el corazón abierto, comprometido con la transformación de la realidad en la que vive. Es un sabio compasivo que asume la responsabilidad de salvar a todos los seres. Todos podemos conectar con el espíritu del Bodhissatva cultivando la presencia amorosa, la bondad, la humildad, la generosidad y la compasión. Las paramitas o camino de perfección son las principales prácticas del Bodhisattva.

1. Dhana paramita: Generosidad. Entrega incondicional a la vida cotidiana. Si hay entrega no hay ansiedad ni aburrimiento, y cada instante es un momento pleno.

2. Sila paramita: Virtud. Coherencia. Honestidad. Buena voluntad, hacer el bien, no dañar a otros ni con el cuerpo, ni con la mente, ni por medio de la palabra.

3. Kshanti paramita: Paciencia. Tolerancia. Receptividad. Todo tiene su ritmo, la evolución tiene sus propios ritmos, la ley del Dharma tiene su Sabiduría. Aceptación del fluir de la Vida.

4. Virja paramita: Vigor. Coraje. Perseverancia. Conectar con la Fuente para aumentar la energía y la claridad para ver y actuar.

5. Dhyana paramita: Atención, concentración, meditación. Cultivo diario del Ser a través de la meditación para actuar desde el corazón. Comprometidos con el despertar para transformar la realidad.

6. Prajna paramita: Sabiduría. Discernimiento. Visión. Comprensión de la naturaleza del mundo y de la mente. Ley causa-efecto.

Desde la perspectiva Budista, todos los seres formamos una red interconectada, una red donde en cada nudo hay una piedra preciosa –un ser humano- cuya experiencia se refleja e ilumina todas las demás. Si cada uno de nosotros ejercita la generosidad, la tolerancia, la honestidad …si cada uno hace su práctica de meditación diaria y se alinea con el Universo nos iremos “contagiando” -como se contagia la alegría- y la red de Indra brillará con más intensidad y el cambio de conciencia, aunque nos lleve un tiempo, se dará por añadidura.

Me gustará saber tu opinión. Gracias.