Treinta años como terapeuta

Este mes de octubre se cumplen 30 años de la apertura de la Consulta de Psicología en Palma de Mallorca junto a la que fue mi socia durante 13 años en 1991. A lo largo de estos 30 años he visto cientos de familias, parejas, mujeres y hombres con sus problemas, miedos, traumas, apegos, condicionamientos familiares, carencias de infancia y limitaciones; niños y niñas interiores heridos, abandonados, escondidos, olvidados, negados.

Durante estos años me he ido formando en diferentes perspectivas y disciplinas: Psicoterapia humanista, Terapia Familiar Sistémica, Programación Neurolingüística (PNL), Psicología de los Eneatipos del Eneagrama, Terapia Gestalt, Formación en Duelos y Muerte, Hipnosis Eriksoniana, EMDR etcétera y he tenido el privilegio de transformarme junto a mis clientes, de aprender de sus procesos personales y dinámicas de pareja, de sus luchas de egos, juegos de artificio, proyecciones y cables de guerra.

He visto cientos de hombres y mujeres desolados, desorientadas, tristes, confusas, enfadados, resentidos y con unas mochilas muy pesadas. Y he tenido la oportunidad de acompañarlos a ver, tomar conciencia y soltar todo aquello que eran cargas, condicionamientos y creencias limitantes para liberar y sanar, para acoger y amar profundamente su esencia, lo que uno ES. Para conectar con la verdad que emerge de la esencia y experimentar la ternura de aceptarse por completo, de sentirse acogida, respetado, valorado y amada por sí misma y merecedora de todo lo bueno.

He visto mujeres y hombres llorar a moco tendido con la certeza de que llorar es precisamente lo que más necesitaban, que el camino de las lágrimas, aunque doloroso es el que nos conduce al corazón y de ahí a la transformación. Y que cuando no se quiere ver, afrontar, acoger, amar y honrar todo lo que uno es carga con dolor, resentimientos, rencores, confusión, dudas, desvalorización, desmerecimiento y descalificaciones.

He sido testigo una y otra vez de la necesidad (y también de la oportunidad) que tenemos hoy en día con la abundancia de buenos terapeutas de transmutar para llegar a ser lo que somos en esencia, y de la importancia de perdonarse y perdonar. Porque cuando honramos nuestra esencia, cuando nos reconectamos con nuestra energía vital/sexual, cuando la sentimos y paladeamos es cuando verdaderamente nos reconocemos como seres merecedores, plenos y felices.

No voy a negar que son procesos dolorosos y que precisamente por ello en muchas ocasiones se evitan; procesos inevitables y necesarios para llegar a experimentar la luz que proviene de la toma de conciencia. Procesos en el que hace falta valentía y coraje para reconocer y sanar las heridas, traumas, carencias y las “miserias” también. Porque es aceptando las miserias, aceptando la Sombra, esa parte oscura, esa parte que no queremos o tenemos dificultad para ver que sanamos y vamos integrando aspectos, lo que nos predispone a vivir una vida con todas nuestras capacidades actualizadas.

El trabajo con las dinámicas sistémicas me ha permitido observar «lo que se cuece» dentro de los sistemas familiares: las alianzas, coaliciones, traiciones, desajustes y desequilibrios en los sistemas; los lugares que se ocupan que no corresponden ni son adecuados, las lealtades invisibles no sólo dentro del sistema familiar sino también en el transgeneracional, con los abuelos y ancestros. Dinámicas que se van a reproducir como si se tratase de un guion aprendido en la relación de pareja y en las demás relaciones.  

El eneagrama me aporta la visión de las máscaras de la personalidad que cada persona utiliza para adaptarse a la situación familiar en la que vivió, todos aquellos patrones aprendidos e interiorizados en la infancia que constituyen el ego, creado para defenderse y sobrevivir que en su momento fue de ayuda pero que ahora es un poderoso condicionamiento, un filtro por el que se percibe la realidad distorsionada que condiciona la percepción de la existencia, que limita, oprime y dificulta el proceso de autoconocimiento y que requiere ser reconocido  para poder soltar todo aquello que uno ya no es.

Y en todo ello se revela la importancia de asentir a lo que ES y a lo que fue.

Y la relevancia del cuerpo, que es donde se instalan las emociones; la necesidad de sentirlas para liberar aquello que está encarnado, configurado en las células, para liberarse del dolor de los traumas, incluidos los duelos no elaborados que generan ansiedad y depresión e impiden llevar una vida satisfactoria y llena de sentido.

El trabajo con el niño y la niña interior, el trabajo con la Sombra y también el maravilloso ejercicio de integración de la Polaridad Masculina/Femenina de ver, reconocer y establecer diálogos y acuerdos entre ambas partes para equilibrar esos aspectos que habitan en nuestro interior es esencial. Con la integración, reconciliación o Matrimonio Interior uno se completa, al integrar el aspecto masculino y el femenino, que Jung denomino la Vía Regia hacia el Sí mismo, la scintilla del alma que anida en el núcleo de nuestro Ser vibra y resplandece en la frecuencia de Dios.

Solo puedo dar gracias a la vida, a mis clientes y también gracias a mí misma por haber tomado la determinación de estudiar Psicología cuando era jovencita y de acompañar mi anhelo profundo de seguir formándome, creciendo y transformándome, y de continuar llevándome a mí misma hacia lo que en verdad Soy, para desde ahí acompañar en sus procesos de individuación a todos aquellos que me eligen como terapeuta.

Comentar también que durante el tiempo en el que he estado alejada de las redes sociales me he dedicado en buena medida a terminar el primer borrador de la novela en la que llevo trabajando varios años. Ha sido una inmersión para conseguir llegar a su culminación, por lo que estoy contenta y agradecida. Después de un breve descanso retomaré el borrador, sin embargo, a partir de ahora espero disponer de un poco de más tiempo para estar más presente en estos lugares para compartir todo aquello que en mi resuena, hace sentido y se destila en mi alma. Gracias 🙏

Con amor,

Ascensión.

Texto original © Ascensión Belart

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8 pensamientos en “Treinta años como terapeuta

  1. Preciós Ascensión. M’ha encantat llegir-te, a tu, al teu ésser, saber de la teva sapiència, de la teva competència personal i professional… I poder compartir un tram de camí, entre el silenci i la quietud, i refermar l’amistat… Una abraçadassa…

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  2. Hermana del Alma, Ascensión
    gracias por tu valioso compartir… en unas cuántas líneas, 30 años de vocación, dedicación, transformación, congruencia… asumiendo tu propio proceso en la alquimia y actualización continua de tu alma… me consta… Admiro las valiosas herramientas que has integrado (eneagrama, terapia familiar sistémica…etc) …. que te guían a la capacidad de discernir entre lo Esencial y las cargas del personaje … tu actitud y enfoque en darle resolución… y la humildad y sabiduría que viene de destilar la experiencia en Luz… Te Amo, te admiro por Ser como Eres … y de este compartir, me encantaron expresiones que hablan de tu capacidad profesional como… de tu «privilegio de transformarte junto a tus clientes» «acompañarles a ver… soltar… y acoger y amar profundamente su esencia» «proceso doloroso… nos conduce al corazón y de ahí a la transformación»… Y AMO que ya anuncias tu novela… que estas por dar a Luz… que concentró mucho de tu energía ENHORABUENA… de corazón

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  3. Gracias por compartir tus reflexiones sobre las dinámicas sistémicas y el eneagrama. Estoy de acuerdo en que la comprensión de las dinámicas familiares y los patrones de la personalidad puede ser esencial para nuestro crecimiento personal. Al comprender los patrones que aprendimos y cómo nos afectan en el presente, podemos empezar a liberarnos de las limitaciones y a desarrollar un mayor grado de autenticidad. También es importante tener en cuenta que estos patrones pueden ser difíciles de reconocer y requerir un trabajo continuo para poder superarlos. Agradezco tu aporte a la discusión sobre la psicología y el bienestar personal.

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    • Gracias Lydia! Como bien dices, hace falta una indagación continua para verse y reconocer viejos patrones de carácter y familiares. El trabajo sobre sí nos lleva toda una vida, y como dicen algunos, vidas sucesivas 🙏

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