La revolución será feminista ♀

Trash Riot

Trash Riot

Este año las mujeres nos estamos manifestando para reivindicar la plena igualdad de derechos. Un día y otro salen a la luz actos de hombres que maltratan, vejan, agreden, violan y matan a mujeres, como se ha venido haciendo desde el principio de los tiempos. Y las mujeres hemos dicho BASTA. Basta al desequilibrio y a la desigualdad, a la brecha salarial, a no poder sentirnos libres e ir con miedo por la calle por la noche. Y ahora, con las agresiones sexuales en grupo hemos llegado a nuestro límite y decimos basta de asesinar, de agredir, de someter; basta de violaciones, humillaciones y malos tratos. Las mujeres somos la mitad de la población mundial y estamos muy hartas del machismo y del patriarcado.

Es más, llevamos décadas integrando nuestra parte masculina, asumiendo unas características tradicionalmente masculinas: siendo proveedoras, saliendo a trabajar, tomando decisiones e independizándonos de la autoridad de  padres y parejas. Hasta hace sólo unas décadas la mujer no podía comprar o vender una casa sin el consentimiento de su marido o de su padre. El mundo cambia y las mujeres hemos cambiado; nos hemos transformado de maneras increíbles y somos capaces de hacer de todo, pero aún sigue instaurado un patriarcado que decide sobre nuestra vida y continúa la supremacía de los valores masculinos sobre los femeninos. Ante semejante estancamiento social mujeres de todas las edades nos estamos manifestando reclamando cambios sociales que nos lleven hacia una sociedad más justa e igualitaria.

Parece que los hombres se resisten a aceptar la igualdad de derechos respecto a las mujeres. De hecho, abundan los que se creen autorizados a dominar, someter, controlar, subyugar, maltratar, agredir, avasallar, traicionar, esclavizar, tiranizar, violar y asesinar. Y así, un grueso núcleo de hombres sigue desvalorizando y menospreciando lo femenino y de la misma forma devoran y destruyen a la Tierra, símbolo representativo de lo femenino nutricio.

¿Qué les pasa con lo femenino a algunos hombres? ¿Cómo se relacionan con lo femenino los hombres machistas? Es evidente que existe una guerra entre los hombres y las mujeres, como cantaba Leonard Cohen. Una guerra entre géneros que no va a ningún lado puesto que es obvio que nos necesitamos y complementamos, que en cada hombre y en cada mujer convergen una parte masculina y otra femenina, que venimos de un óvulo y un espermatozoide y tenemos hormonas femeninas y masculinas.

Es momento ineludible para sanar e integrar lo masculino y lo femenino dentro de nosotrxs, para poner fin a la guerra y reine de una vez por todas la paz y la cooperación entre los seres humanos. Es hora de aunar la polaridad (racional) masculina con la polaridad (emocional) femenina en cada persona, y como sociedad cuidar de la Tierra que nos nutre, sostiene y ampara. A muchos hombres poderosos y sin compasión no les importa en absoluto sacar rendimiento, explotar y destruir la Tierra, arrasarla para su propio beneficio personal. Y de la misma manera que se daña a la Tierra, se daña las mujeres. Es hora de que las mujeres pongamos nuestra sensibilidad, inteligencia, poder, conciencia y empatía en lugares de poder para cuidar la Tierra, sanarla y honrarla.

Muchas mujeres nos hemos involucrado emocionalmente con hombres que nos han dañado, y  después de asumir la responsabilidad de haberlo permitido hemos decidido acabar con las relaciones tóxicas y con el victimismo y la indefensión arrastradas durante siglos. Ya no aguantamos, ni lloramos en silencio ni nos tragamos nuestras lágrimas de dolor, injusticia e impotencia. Ahora somos conscientes de nuestra fuerza, valor, capacidades y recursos personales y tenemos la necesidad de unirnos para crear una sociedad más justa, equitativa y equilibrada. Y así como la Tierra a veces ruge, se estremece y vomita lava candente protestando del maltrato que la infringimos, un gran número de estudiantes, escritoras, trabajadoras de diferentes ámbitos, artistas, sanadoras, actrices y directoras de cine nos manifestamos unidas y hermanadas frente al dominio del patriarcado como nunca antes en busca de igualdad, paz y reconciliación.

Somos descendientes de generaciones de mujeres que han tenido la necesidad de realizarse, expresar su voz, autoafirmar su poder y manifestarse al mundo. Mujeres que querían sentirse libres para decidir sobre su vida y hacer lo que su corazón las dictaba y fueron reprimidas, ninguneadas, acalladas. Mujeres que lucharon por su voto, por su derecho a un trabajo digno y bien retribuido y muchas dieron su vida por ello. Hoy, gracias a la autoafirmación de nuestras madres y abuelas, y a nuestra voluntad y anhelo de realizarnos plenamente junto a nuestra fuerza, empatía, generosidad, poder y vulnerabilidad estamos cumpliendo nuestra misión en la vida. La 4ª ola feminista está determinada y brota plena de energía y conciencia.

Durante siglos ha existido sometimiento, venganzas, instigaciones, manipulaciones y vejaciones, hemos de reconocerlo -aunque obviamente no en la misma medida-, entre ambos sexos. Porque ante una agresión la respuesta es gritar y pelear o huir y esconderse. Otra respuesta de supervivencia es hacerse la muerta, congelarse para no sentir, para que la agresión sexual pase deprisa y conservar la vida. He acompañado en consulta a muchas mujeres que han sido maltratadas, humilladas y abusadas sexualmente por sus parejas o alguien de su núcleo familiar. Ciertamente, después de numerosos siglos necesitamos poner fin al patriarcado, al dominio de lo masculino sobre lo femenino.

Este será el siglo del feminismo, del empoderamiento y la sororidad femenina tras centurias de dominación y discriminación masculina. Indudablemente, el hecho de haber integrado nuestra parte masculina nos ha ayudado a independizarnos económica y emocionalmente de los hombres; ya no dependemos de ellos ni les tenemos miedo. Sin embargo, necesitamos a nuestro lado hombres integrados y conscientes, hombres que hayan equilibrado su parte femenina y masculina. Hombres que amen, valoren y respeten a las mujeres.

Jung denominó «obra de principiante» a la integración de la sombra, y «obra maestra» a la integración del masculino y el femenino. Es la Vía Regia o puente hacia el Sí mismo, la vía por excelencia para establecer la conexión con las profundidades de nuestro Ser.

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Necesitamos crecer como sociedad, como raza humana. Crecer en el sentido de equilibrarnos revalorizando unos valores femeninos que van más allá del género. Revalorizar lo femenino en el interior de cada hombre y cada mujer, deponer las armas y poner fin a la lucha de géneros. Urge equilibrar ambas polaridades para liberarnos del poder hegemónico de lo masculino sin conciencia que destruye lo femenino. Urge revalorizar lo arquetípicamente femenino frente a la discriminación, la desvalorización y el menosprecio. Reconectarnos con la Tierra maltrecha, explotada, arrasada.

Es preciso reconciliarnos con lo femenino para integrar, armonizar, cuidar, respetar y revalorizar la interdependencia entre las polaridades masculina y femenina. Lo femenino unido se trasluce como fraternidad, empatía, cooperación, comprensión, compañerismo, compasión, nutrimento mutuo, intercambio entre dar y tomar, escuchar y expresar.

Se me ocurre que cada celebración de una boda es un intento de integración, de salvar la separación; un ritual íntimo y público a la vez cuyo fin último es la unidad y reconciliación entre lo masculino y lo femenino. Los novios y los asistentes proyectan su anhelo de unidad en la ceremonia en un deseo de ir más allá, romper patrones y evolucionar. Hay un anhelo profundo en el Universo de integración de las polaridades masculina y femenina que se manifiesta en la Naturaleza, desde la primigenia conjunción entre el óvulo y el espermatozoide generadora de vida hasta la convergencia entre el Cielo y la Tierra en los seres humanos que promulga el Taoísmo.

En la alquimia existe el concepto de Hierogamia, «matrimonio sagrado» o «boda alquímica», es la unificación de opuestos complementarios representada por la coniunctio (conjunción) del Sol y la Luna, el principio de la concordia oppositoroum (concordia de los opuestos), representado por el conocido mandala de unidad del yin y el yang. En mis mejores sueños imagino una Era de la coniunctio entre hombres y mujeres. Una nueva Era de hermandad, equidad, armonía, compenetración de lo masculino y lo femenino que genere nuevas formas amorosas de relacionarnos.

Así pues, lo que necesitamos no es un matriarcado ni patriarcado, sino la integración de ambas polaridades. Y para ello, hay que revalorizar también lo masculino nutricio, lo sagrado masculino encarnado en hombres conscientes, caballeros de la mesa redonda que honran el Santo Grial, símbolo del útero, del cáliz femenino generador de vida. El caldero como símbolo alquímico del conocimiento supremo donde la materia se transmuta en oro. La culminación de la Gran Obra que ha de ser realizada en el crisol de la propia Alma. Siendo así, lo masculino nutricio sirve a lo femenino, lo apoya, le da dirección y propósito, lo honra. A Dios gracias, siempre ha habido hombres buenos que han amado y honrado lo sagrado femenino. Hombres que aman a sus madres, compañeras, hijas y amigas; que aman y honran a la madre Tierra y las cualidades arquetípicamente femeninas como receptividad, vulnerabilidad, ternura, capacidad de cuidar, nutrir y generar Vida.

Urge transformar nuestra sociedad transformándonos interiormente, sanando nuestro interior, equilibrando y honrando nuestra parte masculina y femenina. Es tiempo de unidad, de integración de lo masculino y lo femenino, tiempo de respeto, solidaridad, cooperación, valoración y reconocimiento profundo entre ambas polaridades. Y para ello, cada quien puede tomar la responsabilidad de sanar sus linajes, el femenino y el masculino, y aceptar las cosas como fueron para regenerar, revalorizar, reparar daños y heridas de las contiendas entre nuestros antepasados. Es hora de sanar la brecha entre géneros para logar la plena RECONCILIACIÓN entre hombres y mujeres, reconociendo mutuamente su valor intrínseco y promoviendo una ecología Sagrada en armonía con el Universo.

En nuestro tiempo, en el que están activas fuerzas de resquebrajamiento tan amenazantes, dividiendo pueblos, individuos y átomos, es doblemente necesario que aquellas otras fuerzas que unen y mantienen uniones se vuelvan efectivas, porque la vida está basada en la interacción armoniosa de fuerzas masculinas y femeninas, tanto dentro del ser humano individual como fuera. Hacer que estos opuestos se unan es una de las tareas más importantes de la psicoterapia de hoy en día.

Emma Jung, Animus and Anima, 1955

P.D: Durante todos estos meses he estado sin publicar en el Blog porque sigo trabajando, pasito a pasito y muy lentamente, en mi proyecto creativo. Gracias por tu comprensión.

Texto original © Ascensión Belart
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6 pensamientos en “La revolución será feminista ♀

  1. Antes de todo agradecerte por volver a escribir, es un gusto poder recibir in-formación que le da mucho sentido a pensamientos y situaciones presentes en mi contexto.

    Este tema es increíblemente susceptible a interpretaciones, adecuadas o no, que al leerte a ti me parece más comprensible. Con mucha fuerza, pero sin agresión; con autoridad, pero sin opresión…

    Generar un espacio para que la vida sea más justa y disfrutable comienza en cada uno -considero-, en mi mente, en y con mi familia… Lo más importante, con mi pareja (DB), porque es con quien con-vivo con este enfoque de manera dinámica, no sólo conceptual.

    Muchas gracias por la publicación!!

    Daniel Balcazar

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  2. Acabo de conocer tu Blog, y quería agradecerte tu trabajo y la esperanza que das al mundo de cara a empoderar a las mujeres y a integrar lo masculino y femenino, como tantas mujeres en este mundo desgraciadamente, yo he vivido y vivo ese patriarcado irreverente que te somete solo para sentirse más seguro y no ven que la seguridad proviene de la auto afirmación interior de cada ser humano, y que las mujeres con nuestro amor solo queremos cooperar e integrar pero sintiéndonos libres sin que eso signifique una amenaza…

    Por otra parte, el miedo en muchas mujeres a ser libres y las consecuencias que creen que ello conlleva, hace que no podamos unirnos en fraternidad y cooperación y me da mucha pena…

    Aún queda mucho por hacer, y me gustaría poder ayudar a cambiar las cosas, porque eso significa ayudarme a mi misma, me gustaría que me indicases si conoces alguna forma creativa en la que yo pueda trabajar, vivo en la provincia de Huesca y no se si allí conoces alguna Asociación o Circulo de Mujeres etc… a la que pudiera acudir a ayudar y ayudarme…
    Gracias por tu ayuda y por dar esperanza.

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